lunes, 3 de noviembre de 2014

Cuento motor: Los cavernícolas. Sesión: Otoño llegó marrón y amarillo

El motor cuento :  La caza de los Cavernícolas.
1ª Fase de animación
Somos Cavernícolas del Clan del pequeño Mamut. Llevamos la cara pintada.
1. Puesta en escena: Estamos en el patio, sentados en círculo. Somos Cavernícolas y este es nuestro nuevo campamento, nómada porque la comida se terminó y hemos llegado hasta aquí: hemos caminado por desiertos, escalado montañas y nadado ríos. Hacemos sonidos llevándonos la mano a la boca, nos pintamos unas rayas en la cara, nos ponemos una cinta en el pelo y cantamos una sencilla canción cavernícola (Ani kuni) mientras movemos los brazos: "Nos gusta reír, nos gusta cantar y bailar, pero lo que más nos gusta es cazar al Mamut " (3 minutos).

2ª Fase: Principal

Una mañana muy temprano, un grupo de Cavernícolas se fueron de caza.  Antes de partir, Todos en el clan, bailaron la danza de Caza (Ani Kuni), Que era buena para tener suerte.
2. En círculo imitan los movimientos del guía- (2 minutos).  
Los Cavernícolas prepararon sus lanzas y sus ondas, cogen sus armas y formando una fila india hasta llegar al bosque.
3. Nos Levantamos, preparamos, las lanzas por medio de gestos y en fila imitaremos el movimiento. (2 minutos).
Tomaron el camino de la Derecha, iban rodeando los árboles y escuchando los ruidos atentamente que llegaban a sus oídos.
4. El bosque estará formado por conos y picas. Rodear árboles equivaldrá a rodear picas con gestos de escuchar atentamente cualquier ruido del bosque. Mantener una actitud vigilante, escondiéndonos entre los árboles, para que no nos oigan (3 minutos).
Poco después llegaron un una zona montañosa. Subieron una montaña, luego otra, hasta llegar a un río.
5. Las Montañas podrán ser sillas y bancos colocados; pueden utilizarse los toboganes de plástico (3 minutos).
Varios troncos les estaban esperando. Se subieron  por ellos y todos se pusieron a remar: dos golpes a un lado y dos al otro. Pronto llegaron a las verdes praderas y echaron su cuerpo a tierra para que los animales no les vieran. Avanzaron arrastrándose durante un rato hasta que llegaron un una cueva.
6. A continuación estará el río con sus canoas: aros pequeños colocados en fila. Se sentarán en el espacio interior de los aros y remarán -pueden ser  bancos suecos o colchonetas-. Una alfombra o colchoneta delimitará el espacio destinado a las verdes praderas. Los niños sobre ella reptarán (5 Minutos).
Parecía La guarida de un Mamut, entraron con sus armas en la mano preparados, Pero no vieron ningún Mamut dentro.
7. La cueva estará elaborada con varias mesas, tapadas con tela. A un lado quedará una abertura para entrar y salir (2 minutos).  
No consiguieron cazar nada en todo el día así que decidieron volver andando al poblado.  
8. Finalizar el circuito andando y regresar al centro donde esta el poblado para bailar de nuevo la danza (1 minuto).

3ª Fase: Vuelta a la calma
Al Llegar Allí volvieron a bailar de nuevo la danza. Seguro que así tendrían más suerte al día siguiente.
9. Hacemos un círculo, comentamos las incidencias de la aventura. El jefe del clan propone bailar de nuevo la danza; siempre trae buena suerte (2 minutos).  
Después, al llegar de noche, nos metemos en nuestra cueva y dormimos alrededor del fuego.
10. Tumbados en el suelo, los papeles de periódico serán nuestros sacos de dormir. Nos dormimos Alrededor del fuego -papeles y bloques- (2 minutos).


SESIÓN : OTOÑO LLEGÓ, MARRÓN Y AMARILLO







Esta sesión se llevó a cabo uno de esos días de Otoño, en los que la puerta de nuestro cole estaba llena de hojas secas. jugamos con ellas, movimos todas las partes del cuerpo, escuchamos sus sonidos y experimentamos con sus texturas. ¡Fue muy divertido!


Los Juegos Infantiles de Pieter Brueghel
A partir de este cuento de motivación, escrito por Remedios Torres, hemos  organizado una serie de rincones de juego y dividido la clase en grupos para que practiquen jugando con todos los juguetes a modo de ginkana. En cada localidad hemos jugado con diferentes juegos y una vez hemos terminado nuestra sesión hemos pintado un trozo del cuadro de Pieter Brueghel "Juegos Infantiles"  con témperas, sobre tela.


 CUENTO: EL PUEBLO DE LOS NIÑOS Y NIÑAS TRISTES.

Hace mucho tiempo de esta historia,  el Mundo estaba muy cambiado. No había aparatos para escuchar música, televisores, ni  videoconsolas, ni ordenadores , ni lavadoras,  ni frigoríficos, ni trenes,  ni aviones , ni coches, ni motos,  ni bicicletas, ni los barcos tenían motor eran  a vela; eran muy lentos  en comparación con los que tenemos hoy.
 A los niños y a las  niñas se les consideraban personas mayores que tenían que ayudar en casa, bien en el campo, en la cocina, lavando en el río, o cuidando a los hermanos y hermanas menores.
Pues bien, en el pequeño pueblo donde transcurre nuestra historia los niños y niñas no se aburrían. ni mucho menos, porque jugaban sin parar en los pocos ratos libres que tenían, después de realizar todas las tareas que sus padres les ordenaban.
Pero un día en el pueblo de Brueghel un niño llamado, Jan dijo:
-       Ya está bien de ser esclavos y esclavas. siempre sin parar trabajando.
-       "Niños y niñas a jugar, a jugar, no vayas a parar" - contesto una niña que tenia  muchas ganas de jugar. Se llamaba María.
-       Sí, vamos a reunir a todos los niños y niñas del pueblo para que se rebelen ante la injusticia de tanto trabajar sin parar. ¡Ya está bien! ¡Que somos niños y niñas! ¡Ya creceremos! -dijo Vicente, que era primo de Jan y María.
-       ¿Y Qué vamos a hacer para que se enteren todos los niños y niñas del pueblo? -preguntó Anna, que era hermana de Vicente.
-    Diremos que es el día de los Niños y que tenemos que ir al centro del pueblo solamente para jugar. Este día no trabajaremos ni en el campo, ni en la casa.
Y El día señalado se llenó la plaza con 250 niños y niñas. ¡Qué algarabía y gritos de felicidad! Se reían y jugaban a todos los juegos posibles: a la gallinita ciega, a los balancines, con toneles de vino, a los aros, a bailar el trompo o peonza, a tocar la flauta, a carreras de cintas,a subirse en las rampas, a los caballitos, al sillón de la reina, a tabas, a bolos, a cromos, a la petanca,...
Y mientras tanto, en las casas,  los padres y madres estaban asombrados.
No os he dicho que en ese pueblo vivía un gran pintor, al que le gustaban mucho los paisajes y las personas. Así que El Día de la Infancia,  salio al campo para pintar paisajes, pero cuando vio a tantos niños y niñas jugando en la plaza pensó: -Hoy no voy a ir al campo, sino que pintaré la plaza del pueblo porque esta preciosa, con tantas risas y  juegos.
Y empezó a pintar sin parar hasta que el cuadro estuvo acabado. Y Pieter Brueghel, el pintor, estaba muy contento de su obra: -Las personas que vean mi cuadro pensarán que los niños y niñas necesitan jugar y aprender en la escuela.
Y desde entonces los pequeños y pequeñas siempre jugaban cuando salían de la escuela.  
         (Remedios Torres: Juegos infantiles en un cuadro de Brueghel)


Los Juegos infantiles de Pieter Brueghel Por los Alumnos de la IE del CRA de Moraleja del Vino
Vamos a ayudar al Monstruo de colores on PhotoPeach 

martes, 28 de octubre de 2014

Dragón comemiedos on PhotoPeach




Cuento motriz: Dragonín comemiedos. 

Durante este curso escolar estamos trabajando las emociones en nuestro PLF. Para esta ocasión y con motivo de la celebración del Día de los Santos, en psicomotricidad hemos contado un cuento motórico y hemos jugado con el dragón comemiedos.

DRAGONÍN COMEMIEDOS

Hace mucho, mucho tiempo, en el Planeta que vivimos, vivían también  los dragones.

Los había de todos los tamaños  grandes y pequeños y de todos los colores.
Algunos expulsaban fuego por la nariz, otros volaban,  a otros les gustaba girar y bailar, algunos solo correr a otros saltar
También había dragones caprichosos. El protagonista de esta historia era uno de ellos. Era amarillo, pequeño y revoltoso. Se llamaba  Dragonín.


- Quiero volar hasta la montaña más alta. 

- Quiero nadar en el lago más grande.
- Quiero subir al árbol más alto.
- Quiero rodar por la colina más empinada. 

Ya veis era muy caprichoso.
Una noche al pequeño dragón amarillo le entró un hambre feroz. 
 Los demás dragones le dijeron:
- ¿nos vamos a comer insectos al río?
- No quiero insectos, me apetece algo más suculento. 
- ¿Y si nos llevamos algunos tomates del huerto?
- No quiero tomates, me apetece algo diferente.
- ¿Arañas? ¿Piñones? ¿Gusanos rebozadas en barro? ¿Uvas dulces? ¿Flores bañadas en miel? ¿Abejas con salsa de calabaza?

Pero nada de eso le apetecía, se había cansado de comer siempre lo mismo. 


- No lo entendéis, ¡quiero comer algo distinto! Quiero comer…


Y entonces vio a un niño. Los demás dragones se asustaron.  ¿No querrás comerte un niño?, si son muy indigestos. El niño estaba asustado, tenía mucho miedo, temblaba y no se movía. Dragonín lo señaló con el dedo y exclamó. 


- Ahí está, ¡eso es lo que me quiero comer!


Los dragones miraron  hacia donde su amigo señalaba y no veían nada, ¡Quiero comerme eso que tiene el niño!


- ¿El miedo? ¿Cómo vas a comerte el miedo? ¡Te has vuelto loco!


Pero Dragonín ya volaba en dirección al niño, relamiéndose de gusto ante la idea de llevarse a la boca aquel apetitoso manjar. Poco le importaba  comerse el miedo
Así que Dragonín siguió volando y antes de que se diera cuenta estaba frente al niño que temblaba y lloraba. Era mucho más difícil de lo que pensaba: tardaría bastante en devorarlo. Pero como tenía un hambre feroz, el pequeño dragón amarillo comenzó a comer y a comer y a comer… empezó por el pelo y llegó hasta la punta del pie.


Y a medida que pasaba el tiempo, todos los dragones se dieron cuenta con asombro de que el miedo del niño ¡estaba desapareciendo!

- ¡Ay qué ver lo sabroso que estaba! ¡Riquísimo!

Todos los días, Dragonín se comía el miedo de algún niño,  Pero ahora los niños ya no temblaban, ni lloraban. Le llevaban los miedos para que Dragonín se convirtiera en un dragón grande y bueno  y a él le salía una escama nueva. Poco a poco su cuerpo amarillo se fue cubriendo con ellas y se convirtió en el dragón comemiedos.
                                                                        

                                                                                                     

Canción para el calentamiento

Canción para el calentamiento del Dúo Tiempo del Sol: "Nunca dejo de bailar"